Me había levantado nerviosa por el acontecimiento y pensando si sería una buena candidata para la fotodepilación. Antes del proyecto me había planteado muchas veces probar (de hecho siempre se lo pedía a los reyes magos) pero dado que la inversión era muy grande y los resultados inciertos pues nunca me había atrevido a dar el paso.
Como un sueño un día llegó un correo de trnd dónde decían que había un nuevo proyecto. Y qué nuevo proyecto! Ni más ni menos que lo que siempre había soñado. Tener la oportunidad de probar la fotodepilación y contar nuestra experiencia y compartirla con la gente. Lo más!
En la primera fase se nos informó de todo lo relativo a la depilación y a
las clínicas Pelostop, con las cuáles íbamos a probar. Me lo estudié de
cabo a rabo porque quería sacar la máxima puntuación en el test para
ser una de las 1.000 trndianas afortunadas. Y así fue!!
Luego todo fue muy rápido. Me seleccionaron, me dieron un código, activé
el código y me llamaron para darme cita. Todo muy fácil. Pude elegir la
clínica de las que hay en mi ciudad y todo fueron facilidades para
agendar la cita.
Cuándo llegué a la clínica me llamó la atención lo limpio que estaba todo. Me hicieron pasar a una salita de espera y me asombró lo agradable de la estancia. Todo diáfano, limpio y muy alegre y colorido. Pronto vino Fina, la médico y me hizo pasar a un despacho. Allí me informó de todos los pormenores y detalles del proceso y me despejó cualquier duda que tenía. Sin prisas, con detalle y agradablemente. Mientras me contaba se escuchaban fuera unos golpes y me dijo: "Eso que se escucha es el láser". Wow! Allí me entró un poco de miedo pero ella me tranquilizó y me hizo un pequeño cuestionario sobre salud para saber si había algún inconveniente en que me hiciera la depilación. No había nada destacable así que continuamos. Me estudió un poco el vello y me dijo que era una candidata perfecta! Olé!! Qué suerte!! Soy de piel blanca y el pelo lo tengo negro así que el láser detector de melanina sería muy efectivo. Luego imprimió el contrato y firmé los papeles para la protección de datos. Esto duró unos 15 minutos. Por fin terminamos y me dijo: "Venga, al lío"!
Me hizo pasar a un box dónde estaba la camilla y el láser alejandrita al lado. Por fin mis pelos y él se verían las caras. Pronto apareció la auxiliar que me dijo que me pusiera en la camilla y me dio unas gafas para proteger los ojos de la luz, que es muy potente.
Me hice las axilas y fueron 3 minutos. Sin exagerar, 3 minutillos de nada. Hay que reconocer que es un poco molesto porque tienes sensación de quemazón y huele a pelo chamuscado (un poco desagradable, la verdad). Pero para presumir hay que sufrir, dicen. Y si esto conlleva a que con 6 sesiones no tenga que volver a depilarme pues bien está! Hay chicas que dicen que te pueden poner crema anestésica si no lo aguantas. A mi no me dijeron nada pero creo que, en mi caso, era innecesario. Perfectamente soportable que la cera también duele, oyes...
Salí más contenta que unas pascuas, con mis gafas, con cita próxima y con ganas de contárselo a todo el mundo.
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